Con las manos en el pecho
Quien no ha ofrendado una serenata, quien no ha soñado con nuestra China, y quien no ha visto la luz divina del Catatumbo en noches de plata. Quien no ha escuchado a Armando Molero cuando a las doce con bellas danzas, Me recordaba con elegancia que este es el Zulia que tanto quiero. Con las manos en…