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Al regresar de gaitear a las cinco e' la mañana, vi parada en la ventana
de mi casa a mi viejita, mi viejita que no duerme cuando yo estoy en la calle
Ay hermano cuanto sufren, ay hermano cuanto lloran las madres de los gaiteros.
ESTRIBILLO:
Cuando la vi en la ventana le quise besar la frente
Y le dije de repente sin tranquilidad ni calma.
Venite conmigo vieja del alma, vámonos los dos me traeis el cuatro.
A dar una serenata, a dar una serenata, vieja querida en San Juan de Dios.(Bis)
En una fresca mañana al regresar de gaitear, la tuve que acompañar hasta
acostarla en su cama y viendo en su cabecera la imagen de la chinita, me
pregunté muchas veces, cómo es que sufren con creces las madres de los gaiteros.
ESTRIBILLO:
Cuando la vi en la ventana le quise besar la frente
Y le dije de repente sin tranquilidad ni calma.
Venite conmigo vieja del alma, vámonos los dos me traeis el cuatro.
A dar una serenata, a dar una serenata, vieja querida en San Juan de Dios.(Bis)
Y si es que yo estoy durmiendo por el trasnocho y la pea, no deja que nadie
grite ni que molestado sea y se mete en el fogón a prepararme algún caldo,
hay que ver con que ilusión sufren con un parrandón las madres de los gaiteros.
ESTRIBILLO:
Cuando la vi en la ventana le quise besar la frente
Y le dije de repente sin tranquilidad ni calma.
Venite conmigo vieja del alma, vámonos los dos me traeis el cuatro.
A dar una serenata, a dar una serenata, vieja querida en San Juan de Dios.(Bis)
VIDEO DE LA CANCIÓN