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Tenías que ser llanera, buenamoza y lisonjera
como flor de manirí, que perfuma dondequiera,
por el talle tan bonito de tu cuerpo de palmera. (Bis)
Y me saltó el corazón, cuando yo ví tu silueta,
como caballo potrón cuando le ponen falseta.
Tenías que ser llanera para robarme el lucero
que ilumina la esperanza del cundiamor de mis sueños
Tenías que ser llanera para robarme un te quiero (Bis)
Tenías que ser llanera
para que fueras conmigo,
cabrestera de mis sueños
que son los mudos testigos,
de la luz de tus ojazos
que iluminan mi camino.
(Bis)
Eres como te esperaba
ojitos de paraulata,
que dormitaba conmigo
cuando soñaba en mi hamaca.
La de cabellera larga
que enredaba el colgadero
cuando jugaban ansiosas
mis manos en tus cabellos.
Tenías que ser llanera
para meterte en mis sueños,
tenías que ser llanera
para meterte en mis sueños.