Un sapo comiendo ñemas de iguana

Aprende este ritmo en

"Yo que de nada me tapo me sorprendí esta mañana,

yo nunca había visto un sapo comiendo ñemas de iguana"

Un día llegó un ventarrón colmando de hojas la casa,

una rana que me pasa rozándome el pantalón.

Yo me metí en un rincón a pesar de que soy guapo,

allí se me enfrió el guarapo, se me acabó la entereza.

Me tapé hasta la cabeza, yo que de nada me tapo.

(no, si me envolví la cabeza en un trapo de cocina y me arrinconé)

Después de la tempestad, señores, viene la calma.

Esa es la bruja que ensalma y aleja toda maldad.

Volvió la felicidad y en la flor de la ventana

un turpial de la sabana me trajo un canto tan bello

que cuando yo miré aquello me sorprendí esta mañana.

(oye ¿usted quiere ver cosa más bonita, caracha, que un

turpial cantándole en la pata de la oreja de uno? no eso es muy bello)

Pero todo quedó loco, el patio quedó torcido,

un gallo quedó metido en los racimos de un coco.

Las aguas del Orinoco corrían hacia el Atabapo.

Un perro comiendo trapo, un bueno se volvió malo

y en los cogollos de un palo yo nunca había visto un sapo.

(Sapo caracha! pá monea palo sabroso, lo voy a coleá po'el rabo!)

Pero yo quiero una cosa por más difícil que sea.

Haré que un ciego me vea, que un burro bese una rosa.

Haré que una mariposa se trague una cerbatana,

y si voy preso mañana yo de la cárcel me escapo,

pues quiero mirar a un sapo comiendo ñemas de iguana.

VIDEO DE LA CANCIÓN