Yo nací en un barrio humilde de aquel viejo San Cristóbal, cien cajas de barro y teja, con paredes sin frisar, sin aceras y sin rejas, un farol a media cuadra en las esquinas bodegas y una rockola en el bar. Cada casa con sus cosas, mantelitos de retazos
los pisos encementados, camarita en el solar…
Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando mi retorno; son las mismas que alumbraron con sus pálidos reflejos hondas horas de dolor y aunque no quise el regreso, siempre se vuelve al primer amor. La vieja calle donde el eco dijo: tuya es su vida, tuyo es su querer, bajo el burló…
Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias. Sabe que la lucha es cruel y es mucha, pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina. Uno va arrastrándose entre espinas, y en su afán de dar su amor sufr…
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