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INTRO:
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Me emborraché pa' olvidarla y hoy la estoy mirando doble,
tomé y tomé hasta caerme, a pesar de ser un roble.
Cuanto quisiera en la vida, tener cinco corazones,
uno para las tristezas, otro pa' las emociones, uno de hierro
pa' aguantar los latigazos, de las angustias desengaños y traiciones,
uno de hielo para las indiferencias, otro de fuego pa' calentar las pasiones.
La vida tiene senderos interesantes y adversidades que endurecen al más noble,
yo que a mis anchas me creía el rey del mundo,
con un corazón de roble me emborraché pa' olvidarla
y hoy la estoy mirando doble, me emborraché pa' olvidarla
y ahora la veo doble.
INTERLUDIO:
HABLADO:
"Qué puede saber de amores, quién no se haya enamorao compadre,
por ellas, hasta la tumba... Que no?"
Me emborraché pa' olvidarla y hoy la quiero más que antes,
la siento por todo el cuerpo, la escucho en cada parlante.
La miro en cada botella, imponente y excitante
y cuando me voy cayendo, la veo más interesante;
sírvame la otra cantinero, no le niegue y cuando caiga busque un grupo
que me cante, canciones tristes de esas que llegan al alma,
puros despechos quien quita que me levante.
Y en la rocola márqueme puras rancheras de José Alfredo, de Vicente
y Pedro Infante, y si ella vuelve, cuéntemele por favor,
que ayer el que fue su amante se emborrachó pa' olvidarla
y hoy la quiere más que antes, que me emborraché pa' olvidarla
y hoy la quiero más que antes.